lunes, 7 de marzo de 2011

Varón Karma

Sé que no acabe y que me daba vergüenza pararme de su cama al día siguiente y que el intento de salir sin despertarlo fue un desastre. No me pude escapar y desaparecer como hago cada vez que me siento huevona, fue raro, incomodo, la típica sensación de haberla cagado, verlo durmiendo a mi lado sin poder mirarlo porque sentía vergüenza, porque me sentía fea con todo el maquillaje corrido y con los 10 kilos de sobrepeso que tenía en ese entonces. No me importaba haber quedado como una puta o como una chica fácil, lo único que me importaba era mi cuerpo, buscar como esconder mi cuerpo y que él no note todas mis imperfecciones a la luz del día.
Me quería ir, salir corriendo, pero el flaco viva con sus padres y me daba vergüenza salir del cuarto y cruzarme con alguien en la casa, tuve que esperar…
Me levante y fui al baño, de camino al baño estaba su closet y me quede sorprendida por la cantidad de ropa igual que tenia, muchas camisas de cuadritos y muchos pares de zapatos parecidos. En el baño me encontré con el jabón que mas detesto, ese jabón grandote y verde con perfume cítrico Heno de Pravia, no me gusta lavarme las manos con ese jabón y cada vez que me lo encuentro en algún baño me quedo estática tratando de recordar porque me causa tanto malestar.
Su baño estaba vacío, como inhabitado y ese vacío producía un eco terrible de cada uno de mis movimientos, me daba vergüenza hacer pis y que se escuche, decidí no hacer pis y me quede mirándome al espejo y buscando alguna ventana que de al jardín para poder huir pero era obvio que mis fantasías de huir saltando por una ventana no se iban a cumplir y que iba a tener que enfrentar la realidad, salir del baño, verlo, saludarlo, no saber cómo manejar mi cuerpo de día y sobria, no saber cómo reaccionar cuando se levante de la cama y tener que verlo sin ropa...algunos hombres sin ropa me ponen nerviosa.
El fue simple, cortante, evito todo tipo de contacto físico y yo haciéndome la canchera le pedí que me dé un abrazo, el me abrazo sin querer hacerlo, su cuerpo era rudo, duro, con una piel impenetrable, con una distancia inexplicable.
No tengo ninguna queja, se porto como un caballero y no me dejo irme sola a casa caminando, yo quería irme sola a casa, necesitaba mi espacio, alejarme de él, separarme de la sensación de no poder mirarlo a los ojos .Mi casa estaba a tan solo una cuadra pero el insistió en llevarme, se porto bien.
En el auto hubo silencio, yo aun no podía creer lo que había pasado, no lo iba a ver más, por suerte, el se iba de viaje al norte del país y yo me volvía a Buenos Aires, era mejor no verse mas, era mejor que no me vea de día, era mejor poder alejarme y poder dejar de actuar a la canchera, necesitaba ducharme, estar sola, volver a ser frágil, no arrepentirme porque no estuve arrepentida en ningún momento, a mí siempre me gusto coger.